Crónicas en el Metro (II)
Esta situación ocurrió en un vagón del Metro de Caracas a golpe de 7 pm en dirección hacia Palo Verde:
Un muchacho como de 22 años se “arrecuesta” de la pieza de plástico que hay entre los asientos y la puerta… cabe destacar que nunca sabré desde qué momento la gente empezó a usar este espacio para ello, recuerdo claramente como la “cultura Metro” explicaba que no se podían obstruir las puertas… en fin, sigo…
Un señor sentado a mi lado, como de 60 años, empieza a sisearle cada vez más fuerte (el muchacho está con unos audífonos, supongo que escuchando música).
El chamo se quita uno de los audífonos y lo mira como esperando que le diga para qué lo llama.
El señor le dice: mijo usted no sabe que no se pueden obstruir las puertas?
El muchacho hace un sonido con la boca y se pone el audífono de nuevo.
El señor se molesta y empieza a quejarse en voz alta (casi gritando), diciendo cosas como: si eso no es para eso porqué lo usas? Es que te crees muy pavo y por eso me ignoras? Tu papá no te enseñó respeto? Y un largo etcétera por alrededor de 3 estaciones.
Lo que más me sorprendió del asunto es que la gente que había escuchado al señor y salía del vagón le decía al chico cosas como: jajaja debe estar tomado… jajaja te salió frutero… jajaja el viejo está loco, jajaja te salió regaño
A lo que el chamo se reía repetidamente y mientras tanto el señor seguía refunfuñando…
Ahora bien, yo no se tú, pero si por casualidad de la vida yo ocupo ese sitio (que no es para eso) y un señor mayor me dice que estoy haciendo algo malo, por simple respeto le digo: si señor y me quito. O no le digo nada y me quito…
Pregunto… qué le costaba al chamo hacerlo? Sobre todo si sabe que no se hace y es un señor mayor el que se está alterando por su reacción?
Ni que decir del resto de la gente que se burló del señor… en fin…
Por eso estamos como estamos…
Tags: Metro, Caracas, venezolano.
8 comentarios:
Si bien coincido en que el muchacho debió retirarse de allí, también creo que el señor exageró un poco en su reclamo.
hola eve, me gusta como escribes y describes la realidad, con ese humor :D jeje ..
cuidate , espero que sigas escribiendo mas seguido..
saludz !!
La situación que describes se representa con el refrán "el muchacho llorón y la mamá que lo pellizca". Para qué el señor se altera?, el tipejo pues un impresentable, pero el señor exageró, le va a dar un paro cardiaco si sigue en esa. Yo antes me la pasaba peleando con la gente hasta que ví dos cosas: 1. no lograba nada y 2. me dañaba mi salud.
A veces pasa!!
Evelyn, ¿tu no crees que este sañor se le fueron un poco los tiempos?. Te digo esto porque lo que staba haciendo el chamo es ya una costumbre, correcta o incorrecta, pero costumbre al fin y al cabo.
Me gusta mucho tu post!
Saludos
Bueno, dos cosas.
1- El chico debió quitarse y ya para evitar el show, pero de todas maneras la actitud del muchacho es simplemente que es un maleducado y ya, no le enseñaron a respetar, como lo dijo el señor.
2- El viejo como que una vez que hizo el reclamo debió quedarse callado, pero como se sintió ignorado decidió seguir y seguir a ver si le paraban bolas.
Mala acción de los dos.
Saludos Evelyn, tenias tiempo sin entrar a tu Blog, en realidad es lamentable la actitud de algunos de nuestros adolescentes, en estos días.. tanto chicas como chicos, si evalúas la situación desde el extremo de un accidente en el metro, y el chico en la puerta por alguna circunstancia queda en el medio de la salida por encontrarse es un espacio que no es para pararse, se forma un gran despelote por no cumplir simplemente con las normas.... te doy toda la razón, los ancianos son personas que por los años vividos poseen una sabiduría que tiene que valorarse, ojala que en las escuelas de Venezuela se reforcé y se inculque el respeto a nuestros mayores...
Hola Jorge, gracias por la visita. Estoy 100% de acuerdo contigo. Además, la cosa es simple, siendo chama me enseñaron a respetar a los mayores y punto...
Blahkout, gracias por pasar por acá. Si bien es cierto el señor debió calmarse, creo que le dio mucha rabia darse cuenta que el resto del vagón lo juzgaba a él y no al chico quien era el que incumplía una regla...
José qué bueno verte por acá. No estoy muy de acuerdo con lo que dices, pues de aceptar todo aquello que la gente ha vuelto costumbre pero que está mal, para qué seguir las reglas y las leyes entonces? no se, quizás yo esté chapada a la antigua :)
Dakar, Mariale, quizás exageró, pero eso no impide que tenga razón...
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